¿Fue y es el Peronismo la mayor causa del estado de cosas que ocurren actualmente negativamente en su país?
El peronismo es un síntoma, no una causa. Un virus generalmente no puede germinar en un organismo con buenas defensas. Como lo dije antes, si bien la Constitución liberal de 1853 había ayudado a que Argentina en 50 años se haya convertido en uno de los países más prósperos de la tierra, el afán unificador de las elites argentinas las llevó a que se aprovechen de un arma cargada como la escuela pública para cohesionar a los hijos de inmigrantes en un extraño tipo de nacionalismo. Luego las crisis económicas y los primeros golpes militares dejaron el campo listo para que un virus tan dañino como el peronismo haga estragos en un país que tenía sus defensas deprimidas y lo aprovechó muy bien para sus fines.
¿Podría mencionarme algún aspecto positivo del Peronismo?
Sinceramente, y no quiero ser chocante, pero no creo que tenga ningún aspecto positivo. Es un movimiento colectivista de aptitudes totalitarias, muy similar al fascismo de Mussolini. Todo lo que hizo el peronismo a lo largo de sus casi 70 años fue crear divisiones, destruir la riqueza, atacar libertades, concentrar poder y acrecentar la pobreza relativa de los argentinos.
¿Cuál sería la solución para un argentino libertario para la situación actual de Argentina? Es decir que programa político aplicaría?
Para un liberal-libertario la solución siempre pasa por aumentar el campo de acción individual y acotar el coactivo estatal. Esto se conseguiría rápidamente eliminando la mayoría de los impuestos, las trabas a producir y a comerciar y los privilegios para determinadas corporaciones, tanto de empresarios como de trabajadores. La gran dificultad que esta táctica conlleva es que se tocarían muchos intereses que provocarían una reacción de sectores muy poderosos, por lo que quien ponga en práctica estas estrategias deberá ser un político muy capaz.
El gran problema de Argentina es que no genera suficiente riqueza para que todos los argentinos vivan de manera próspera, y esto sucede porque los incentivos que genera el gobierno no son los correctos a tal fin. Castigan a los que producen con altísimos impuestos, benefician a los ineficientes con subsidios y mercados cautivos, castigan a los trabajadores arrancándoles más de la mitad del salario para financiar el gasto público y premian a los holgazanes con planes por no trabajar. De esta manera es lógico que cada vez habrá menos empresas y personas productivas.
¿Cree que el proceso de reorganización nacional sirvió para contener el comunismo?¿Hubiera tenido usted alguna solución mejor?
Lo que pocos saben es que desde más un año antes del golpe militar el ejército ya había avanzado bastante en la lucha contra el terrorismo marxista por orden del gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón justamente en mi provincia, Tucumán. Creo que el golpe era innecesario y que sólo respondió a la ambición de poder de una casta militar que se malacostumbró durante el siglo XX a cumplir con funciones que no le correspondían.
Si bien el ejército logró contener a las diversas facciones terroristas, en el camino dejó un tendal de muertos que no tenían que ver con éstas, sino que sólo eran disidentes políticos.
¿Cómo le gustaría que fuera el mundo donde viviesen sus hijos?
Una muy buena pregunta. Durante varios años trabajé en la Fundación Junior Achievement. Esta tiene como visión “una sociedad de individuos libres y responsables que comprendan la importancia de ser emprendedores para el logro de las metas que, en su particular búsqueda de la felicidad se hayan propuesto; entendiendo que el respeto por los derechos del otro debe regir las relaciones entre las personas en una sociedad libre”. Digamos que así es más o menos el mundo en que me gustaría que mis hijos vivan: un mundo libre, que abrace a los creadores en vez de atacarlos, en el que se respeten los derechos individuales. En alguna discusión, le pregunté lo mismo a mi interlocutor y me contestó: “un mundo en el que la salud sea gratuita, la educación sea gratuita, el estado ayude a los pobres, asista a los que tienen problemas, etc.” a lo que yo contesté que prefería un mundo donde todos podían pagar por su salud, todos podían pagar su educación, donde no había pobres y que aquellos que tengan problemas de cualquier tipo puedan ser asistidos voluntariamente por la sociedad civil y no depender de un órgano coactivo como el estatal. Digamos que más o menos así se resume mi visión.
Por último me gustaría que diera un mensaje a los españoles que estarán leyendo mayoritariamente su entrevista.
En este caso, como argentino, siento una gran responsabilidad, ya que escuché que varios gurús le recomendaron a España “la solución argentina”. No se dejen engañar, tal solución no fue solución a nada. Ya cometieron el error de dejarse arrastrar por el socialismo en una vorágine de gastos superlativos a costa de sus propios bolsillos.
No se puede ser próspero sin producir. Y no se puede producir si el Estado ataca constantemente a quienes producen. Los españoles deben cambiar su cultura anti-empresaria si quieren gozar de una prosperidad sustentable en el tiempo. Deben eliminar toda esa burocracia y maraña fiscal que entorpece y desalienta la creación de riqueza.
Escuchen a los grandes académicos españoles especializados en la Escuela Austríaca de Economía. Son geniales, fáciles de entender y cada vez tienen más renombre a nivel mundial. Son muchos, pero los que más me formaron son Jesús Huerta de Soto, Juan Ramón Rallo y Jorge Valin. Redescubran la tradición de los escolásticos de la Escuela de Salamanca, los verdaderos padres del liberalismo (principalmente el Padre Juan de Mariana). El conocimiento está ahí, sólo tienen que buscarlo.
Los españoles son en general personas muy creativas, talentosas, capaces de destacarse en las artes y los deportes, simplemente porque esas actividades gozan de gran prestigio muy arraigado dentro de su cultura y los niños y jóvenes son alentados para desempeñar esos roles y ellos lo cumplen con creces. Enséñenle a sus niños a ser emprendedores y cuando tengan éxito, prémienlos en lugar de castigarlos.
Muchas Gracias señor Guisone y un placer haber compartido esta amena e interesante entrevista.
Guillermo Fernández González para entrevista2